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1. Aprendizaje sin resistencia

El concepto clásico de formación sostiene que el proceso de formación actual es tedioso y un poco  empalagoso para el alumno, creando así una barrera mental que conduce a la falta de concentración. En caso opuesto, los estudiantes que se ven a sí mismos como participantes o competidores están más abiertos a nueva información. La naturaleza interesante del entrenamiento mejora la atención.

2. Implicación en el proceso educativo

Como atletas, los estudiantes muestran una mejor actitud un mayor significado del aprendizaje al participar activamente en competencias en lugar de ser solo espectadores. Sus decisiones lo llevan a un lugar u otro, y su capacidad para influir en este proceso llama la atención del jugador. motivación.

3. Competitividad

Los juegos que presentan desafíos frente a los compañeros fomentan el deseo de sobresalir y socializar en el entorno educativo. Se establecen comunidades en donde sobresalen las relaciones de igualdad, compañerismo y la capacidad de crear una comunidad alejada de un entorno puramente catedrático.

4. Compañerismo

Así como los juegos crean dinámicas competitivas, las interacciones entre los participantes del juego pueden conducir a resultados que fomentan un espíritu de cooperación: los socios son recompensados ​​por ayudarlos.

5. Preparación al éxito y al fracaso

El ambiente de estudio requiere que cada alumno esté dispuesto a lograr y enfrentar el fracaso. Las dinámicas competitivas permiten a los jugadores asumir la responsabilidad de sus propios éxitos y fracasos en el juego dentro de un marco competitivo, mejorando sus actitudes en situaciones similares en el mundo real.

6. Mejora del autoestima y realización

Hoy, con el desarrollo de la psicología estudiantil y el surgimiento de equipos que buscan mejorar el estado emocional de los estudiantes en el entorno escolar, los juegos pueden aumentar la autoestima a través del éxito logrado en un entorno competitivo.

7. Carácter adictivo del juego

Cualquier juego bien planeado y diseñado tiene una calidad adictiva que no solo permite una actitud intelectual abierta, sino que también requiere que el jugador regrese una y otra vez para seguir jugando. Verificará la asistencia de los estudiantes.



8. Mejora de la agilidad mental y la toma de decisiones

Al responder preguntas, puede revelar dinámicas que mejoran la flexibilidad de otras partes importantes de la toma de decisiones, como la gamificación, en comparación con los procesos educativos tradicionales basados ​​en la seguridad. Los juegos que requieren velocidad estimulan y mejoran la agilidad mental, que es tan importante como encontrar la respuesta correcta.

9. Entorno creativo

Un zona de juego fomenta un entorno creativo para la toma de decisiones. No se trata solo de lograr el objetivo, sino de lograrlo de alguna manera a través de tus decisiones y los logros específicos de cada estudiante. Por otro lado, desde un punto de vista gráfico y funcional, la distancia con la configuración clásica brinda a los jugadores un mundo más abierto para crear un entorno más impactante visualmente que será más convincente en el proceso de aprendizaje.